miércoles, noviembre 9

Al punto de hostigarlo

Hoy que desperté y colocando de nuevo mis sentidos en éste mundo, me pregunté si es que esa limitación del lenguaje, la que en algún momento nos seca las palabras hasta el punto de no tener nada que tomar, la que nos obliga a buscar nuevas maneras de pensar y expresar nuevas sensaciones, la cual nos puede llevar a "sobre-expresar" nuestro cariño por alguien hasta el punto de hostigarlo, lo que nos puede ser mejores o malas personas.
Entonces nos invade esa respuesta a lo desconocido, la cual nos pone con un sentimiento poco pasivo, de la inpercepción de lo habitual, conocemos el miedo. Miedo de hacer algo demás y no volver a encontrar a esa persona.