Charlas en cafés

- Esta bien, soy una persona algo aburrida, - dije cuando después de que pasaras más de una hora intentando hacerme decirlo - que quieres que haga, soy una personas a la cual le gustan las cosas más tranquilas y sencillas, prefiero las charlas en cafés - entonces me miraste y hechaste a reir, - lo sé, para mí es algo que me ayuda a encontrar paz, siempre lo has sido-. Dijiste, y tomaste un sorbo de la taza de café que estaba sobre la mesa, me diste un beso y te marchaste, - te veo mañana...- Yo por mi parte me quede sentado, pensando en las palabras que dijiste, siempre eres algo espontanea e inmadura, haces las cosas cuando las necesitas hacer, directa en ocasiones indirecta en otras, siempre buscando un punto de donde partir aunque no lo halla, dueña de mis letras y de mi corazón, termine mi taza de café y me marché, espereando que con los sueños en mi mano derecha y las ilusiones en mi izquierda poderte dar fuerza y que tu seas la mia, para seguir poniendo paz en nuestros corazones...

Ojos de Esmeralda

Tal vez sería un rayo de sol que sarpeó figitivo entre su espuma; tal vez una de esas flores que flotan entre las algas de su seno y cuyos cálices parecen esmeraldas...,no sé; yo creí ver una mirada que se clavo en la mía, una mirada que encendió en mi pecho un deseo absurbo, irrealizabe, el de encontrar a una persona con unos ojos como aquellos...

sus cabellos eran como el oro, sus pestañas brillaban como hilos de la luz; y entre las pestañas volteaban inquietas unas pupilas que yo había visto..., si, porque los ojos de aquella mujer eran los ojos que tenia clavados en la mente, unos ojos de un color imposible, unos ojos...