martes, septiembre 7

Comencé a moverme.

Entonces me encontraba otra vez al inicio del camino, con mis manos en los bolsillos y la mirada fija hacia enfrente. Observaba lo lejos que se encontraba el final, pensando lo difícil que será llegar hasta ahí de nuevo. Comencé a moverme de nuevo entre todas esas cosas, un paso siguiendo al otro, firmemente colocado sobre el suelo y el polvo se metía entre mis dedos por encima de mis sandalias, mis ojos poco abiertos, denotaban cansancio por el día anterior.
Entonces me hice una pregunta, ¿y cuando todo acaba? En ese momento no me llego otra respuesta a mí, y solo me dije es un buen momento para volver a comenzar y mirar hacia adelante. Así seguí durante mucho tiempo, con esas palabras en mi cabeza y avance.